Un tambor abandonado
que vivía en un cajón,
cansado de su silencio
nos cuenta su triste son.
Pom, Pom, Pom
es su discurso
Pom, Pom, Pom,
su ronca voz.
Pom, Pom, Pom,
dice a las flores,
Pom, Pom, Pom,
al gorrión.
Al ver que todos lo ignoran
retorna al viejo cajón.